¿Cuántas alarmas apagas antes de levantarte? Despertarte a primera hora y al primer sonido del despertador marcará un antes y un después en tu vida.
En la publicación anterior realizamos una especie de introducción a este artículo, tratamos la importancia de ser consciente de la brevedad de los días y los malos hábitos de no emplear el tiempo de una manera productiva, sin una dedicación realmente efectiva para conseguir satisfacción, prosperidad y un mayor crecimiento en lo personal. Si no leíste la anterior publicación te recomiendo que le eches un vistazo haciendo click aquí para darle mayor sentido a esta continuación.

Tenemos la certeza de que todo marcha muy rápido, el tiempo, que no entiende de dueños, se nos escabulle. Todo está en continuo movimiento. El mundo gira perennemente sobre su eje y a su vez alrededor del sol, mientras el resto de universo mantiene una velocidad punta, expansiva y de crecimiento. Además de ello, nuestra manera de relacionarnos e interactuar con los demás es mucho más cercana y prácticamente instantánea que hace unos años.
Todo evoluciona rápido, si tomamos como ejemplo la evolución que han tenido los servicios dedicados al envío de paquetería y mensajería, recordamos que hacía no mucho tiempo, un paquete era transportado con gran lentitud entre plazos mínimos de quince días, veinte o más de un mes. En cambio, ahora prácticamente podemos recibir cualquier pedido en menos de una semana o incluso en un par de días. De igual manera sucede, por ejemplo, con la evolución de las telecomunicaciones, ahora es mucho más sencillo comunicarse con alguien que se encuentra a kilómetros, incluso podemos ver a la otra persona mientras charlamos con ella, gracias a las videoconferencias. Y todo ello, en apenas un instante con un solo click al smartphone. Todo avanza, todo se expande.
Por lo tanto, no podemos caer en conceptos contrarios a la hora de enfocarnos en nosotros mismos. Si en el universo todo es expansión, debemos mantener una similar tendencia de crecimiento.
Si no crecemos en todos los aspectos vitales, nos estancamos en un mundo que seguirá creciendo y evolucionando. Y si no estamos preparados para ser dueños de nuestra vida, la vida se encargará de decidir sobre nosotros.
No sé si ha quedado claro esto último, pero quiero esclarecer que si nos detenemos, no solo no estamos creciendo, sino que nos estancamos y caminamos hacia atrás, lejos de todo aquello a lo que siempre aspiramos.
Si no avanzas, tus metas cada vez se encontrarán más lejos, debido a que cuanto más tiempo pasa, todo resulta más complicado a la hora de emprender el cambio. ¿Quién crees que tendrá mayor dificultad a la hora de prepararse una maratón: una persona de veinte años o una de setenta?
Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo.
Norman Mailer
Este principio afecta a todos los niveles y no solo en lo individual. ¿Qué le sucede a una empresa que no evoluciona y mantiene las mismas estrategias operativas desde hace décadas? Aquí el ejemplo es bastante más evidente. Muchas de las empresas de toda la vida, se han mantenido desde su creación, en una zona perenne de confort durante tanto tiempo, que han tenido la terrible consecuencia de verse perjudicadas en estos últimos años. No se han detenido a observar los continuos cambios de hábitos, intereses y necesidades del consumidor actual. Estas empresas se han mantenido estáticas demasiado tiempo, con la misma visión que la que tenían al iniciar su andadura en el mercado, pero la sociedad ha seguido evolucionando y cambiando. ¿Acaso el símil no es el mismo con respecto a uno mismo?
De ahí la importancia de mantenerse siempre activo, enfocado y con capacidad de afrontar los cambios necesarios para crecer y avanzar hacia nuestro desarrollo personal. Y no solo afrontar cambios, también ir sustituyendo las viejas creencias que nos mantenían en la zona de confort, el miedo y el estancamiento por otras creencias que nos aporten más lucidez, confianza y consciencia.
El primer paso que se debe dar para empezar a tomar de verdad el timón de nuestra vida y poder dirigir el barco hacia el puerto de la felicidad y el éxito, comienza por cambiar una serie de patrones y conductas con respecto al poder de madrugar.
Posteriormente, voy a indicarte de manera muy resumida algunos de los mayores beneficios de los poderes que posee el impulsarse de la cama nada más sonar la alarma. Se acabó ponerse dos, tres o cuatro alarmas y despertarse cuarenta minutos después desde que inició la primera de ellas. Estos beneficios los experimento personalmente desde que comencé a tomar la rutina de madrugar desde hace tres años, primero por una necesidad laboral, y actualmente por una necesidad corporal y mental.
Beneficios de madrugar:
- Aumenta tu disciplina. Uno aprende a ser disciplinado cuando sabe que debe hacer algo, esté motivado o no. Hay días que simplemente no te apetece hacer algo pero no por ello dejas de hacerlo. Si no tienes hábito de madrugar, empieza por acostarte temprano. Al principio te va a costar mucho pero mantente firme y poco a poco tendrás mayor facilidad de cambiar otros hábitos y conseguir alcanzar otras metas que te propongas.
- Te conviertes en el dios del tiempo. Es increíblemente satisfactoria la manera en que se comienza a ser dueño del tiempo. Ya no corres detrás de él para intentar alcanzarle y conseguirle, si no que el tiempo lo tomas a tu disposición para realizar tus actividades de una manera más relajada. Disminuirá tu estrés y ansiedad cuando dejes de calcular mentalmente el tiempo que tienes restante para realizar una tarea y empezar la siguiente.
- Te acerca a la mejor versión de ti. Aumenta tu productividad, ya que cada vez serás más eficiente y al ganarle tiempo al tiempo, realizarás las tareas con mayor destreza y facilidad. Además, está comprobado que el cerebro se prepara y reacciona mejor a primeras horas de la mañana que en el resto del día.
- Empiezas a ser como las personas a las que admiras. Todas, todas, todas las personas de éxito son personas madrugadoras que planifican cada uno de sus días. Si queremos tener éxito debemos ser imitadores de la gente de éxito.
- Aumenta tu confianza en ti mismo. Comienzas a sentirte mejor contigo mismo, de manera física y mentalmente. Estás más activo y enérgico, te sientes más poderoso y generarás dosis de autoestima que aumentarán tu seguridad y confianza.
Así que a partir de ahora ¿cuántas alarmas apagarás antes de levantarte de la cama?
Estos son algunos de los beneficios más importantes que he ido experimentando en todo este tiempo, beneficios que, con el tiempo, se vuelven virtudes. Te transforman, sacan parte del potencial que llevas dentro, pero que de nada sirve si no se emplea en lo vital e importante, en tu verdadera esencia, en tu progreso y en tu propósito. Planifica tus sueños y tus metas, expándete como el universo, conviértete en la mejor persona que puedes llegar a ser, sé referencia para tu familia y tu entorno. Y vibra muy alto. Cambia el mundo.
Con cariño,
Capitán Quirós.
VIBRA ALTO. CAMBIA EL MUNDO.
Pingback: Cinco beneficios que se vuelven virtudes cuando madrugas – Hito Norte