No vivirás eternamente, ¿realmente vives o te distraes?

La vida es aquello que pasa mientras haces otros planes.
John Lennon
Cuando nos detenemos a reflexionar sobre nuestros recuerdos, sentimos aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor; nos invaden sentimientos de nostalgia, melancolía o tristeza. En parte, nos sentimos un tanto vacíos, como si nos faltara un pedacito de nosotros que dimos por perdido hace un tiempo. ¿Recuerdas grandes momentos de tu niñez? ¿O los buenos tiempos en familia y amigos? ¿Verdad que hay días en que estás tranquilamente en tu casa y cobran vida recuerdos de los que ya ni te acordabas? ¿Por qué?
Cada vez que teníamos una experiencia nueva, le dedicábamos plena atención, consciencia y dedicación, por ello las situaciones nuevas quedan grabadas con mayor facilidad, ya que no hay rutina y no hay hábitos automatizados. Sin embargo, pasado un tiempo, se coge el hábito y dejamos de prestarle apenas atención. Y esto sucede sobre todo en relaciones de pareja, de amistad, en el ámbito laboral… ¿No sucede que al principio lo damos todo por nuestra pareja y cuando transcurre un tiempo la pasión disminuye? ¿No ocurre también que cuando comenzamos en un trabajo, al principio queremos comernos el mundo y cuando ya estamos asentados bajamos nuestro rendimiento?
No somos conscientes de nuestra vida en el día a día porque no dedicamos tiempo a nosotros mismos. Con esto me refiero a que, al finalizar la jornada de trabajo, ¿qué solemos hacer? La mayoría de la gente llama tiempo para uno mismo a ciertas actividades como ver de una tacada veinte episodios de NETFLIX, pasarse horas muertas delante de la PLAYSTATION o deslizar el dedo sin parar a través de las redes sociales. Y eso está bien (en pequeñas dosis), pero realmente no son momentos de estar con uno mismo.
Ya no solemos hacer nada novedoso ni productivo y es por ello que ya no creamos fácilmente recuerdos grandiosos. ¿O acaso tienes un gran recuerdo de hace un mes? Si ni siquiera recuerdas que comiste ayer… Distracciones y más distracciones.
El tiempo es increíblemente veloz, aunque más que el tiempo, que es algo que permanecerá siempre, es nuestra vida la que viaja a la velocidad de la luz. Nuestra vida es efímera, fugaz como una estrella y cada año que pasa, más rápido se escapa. Llevamos un ritmo de vida demasiado acelerado, estamos saturados de demasiadas distracciones, pero es algo en lo que no podemos caer continuamente porque la vida se nos escabulle por esos medios y la vida está ahí fuera, lejos de todo eso.
La vida está primero en ti, en dedicarte tiempo real, en tus sueños, en tus metas y en tu propósito. También está en tu familia, en tus padres, en tu pareja, en tus hijos, en tus amigos, en un parque, en un atardecer, la vida no podrá estar jamás dentro de una pantalla. Cuanto antes seas consciente de esto, antes podrás tener una vida real y con un mayor sentido. Tienes el potencial suficiente para emprender tu vida hacia mejores puertos, pero recuerda que el potencial también tiene la misma duración que tu tiempo en este mundo.
La mayor parte del tiempo, no somos conscientes de ser conscientes del limitado tiempo del que disponemos.
Cada uno de nosotros tiene un determinado tiempo de vida, esto quiere decir que nuestros proyectos, sueños, metas o deseos también tienen un determinado tiempo para ser realizados. Mantener esto presente es muy importante, porque entonces te enfocarás más en conseguirlo y dejarás de posponer tus verdaderas inquietudes.
Ahora que estamos siendo más consciente de que la vida humana tiene una duración de vida NO medible, sí hay algo que podemos medir de manera cualificada: nuestra CALIDAD del tiempo empleado en vivir de manera real y auténtica. Por eso es importante empezar cada día con buen pie, como si fuera el último.
Por lo tanto y a partir de ahora, cuando suene el despertador… ¿cuántas alarmas vas a apagar antes de, por fin, levantarte de la cama?
En la próxima publicación profundizaremos más sobre este tema y en los beneficios de madrugar con una serie de TIPS para adoptar buenos hábitos que marcarán un antes y un después en tu vida.
Con cariño,
Capitán Quirós.
VIBRA ALTO. CAMBIA EL MUNDO.
Pingback: Vida más allá de Netflix, Fornite y las redes sociales — VIBRA ALTO. CAMBIA EL MUNDO. – LA VIDA VA —->
Genial artículo y tremendamente cierto lo que dices: vivimos acumulando y cuantificando experiencias, pero rara vez valoramos y vivimos esos momentos que tenemos para nosotros mismos como se merece.
Me gustaLe gusta a 2 personas
¡Gracias, Manuel! Así es, lo importante es enfocarnos más en nosotros mismos de ahora en adelante, saludos.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Muy buena entrada
No entiendo el mal uso del tiempo, la prioridadades, son necesarias, y el que no lo entienda así, ALERTA
UN ABRAZO
Me gustaLe gusta a 3 personas
¡Gracias por tu comentario, Maryjesus! Lástima para aquellos que se den cuenta demasiado tarde, saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Madrugar: beneficios que se vuelven virtudes – VIBRA ALTO. CAMBIA EL MUNDO.
Pingback: Vida más allá de Netflix, Fornite y las redes sociales — VIBRA ALTO. CAMBIA EL MUNDO. – Eugenia Oslo
Interesante visión! Principalmente para los más pequeños.🏅🥰👍
Me gustaLe gusta a 2 personas
¡Gracias por tu comentario! Debemos mostrar una realidad diferente a todo lo que hemos «normalizado» para que los más pequeños comprendan a su medida el significado real de vivir de forma saludable en todos los sentidos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Vida más allá de Netflix, Fornite y las redes sociales — VIBRA ALTO. CAMBIA EL MUNDO. – Jael Trujillo