Las decisiones importantes siempre deben tomarse desde lo más profundo de uno mismo, empleando menos mente y más corazón. Cuando tomas decisiones desde el corazón estás aportando lo mejor de ti, no hay nada más sincero que entregarse desde dentro.

A veces podemos confundirnos, equivocarnos o incluso herir a otras personas por decisiones complicadas. Herir a alguien no entra dentro de tus planes, no te culpes si dejaste de sentir algo especial por aquella persona. Cúlpate si continúas una mala relación y buscas soluciones fuera de ella y que, a pesar de todo, ni terminas de abandonar tu relación ni terminas de resolver los conflictos ocasionados. Y no solo nos referimos a cuestiones amorosas, también amistades, relaciones dentro del ámbito familiar, etc…
También puede ocurrir lo contrario, habrá quien pueda aprovecharse de nuestra bondad, utilizarla para su propio interés, y con ello sentirnos heridos. No te preocupes, en ese caso, al final, siempre ganas. Aunque al principio te quemes, acabarás siendo fuego y los factores externos terminarán convirtiéndose en ceniza.
Todo lo que proviene de tu interior es amor, y el amor vence, siempre.
En cualquiera de los casos que te encuentres, siempre que actuaste de buena fe, no te arrepientes; seguiste los instintos de tu corazón.
Y eso, siempre, siempre, te llevará por el camino correcto de la vida.
Con cariño,
Capitán Quirós.